Viernes creativo: escribe una historia

¿Escribes una historia para esta ilustración del artista japonés  Fuco Ueda titulada Lluvia de primavera?

 

 

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37 pensamientos en “Viernes creativo: escribe una historia

  1. Náufrago

    Te prometí que no te ahogarías en mi mar de lágrimas. Olvidaste decirme que, en realidad, ya habías aprendido a nadar.

  2. Rochstat

    Te lloviste sobre las palabras recién escritas de tu última carta. Las lágrimas emborronaron el papel que luego doblaste por la mitad. Cuando la abrí no pude entender nada, solo vi unas manchas azules y simétricas sin forma definida. La guardé por si un día alcanzaba a descifrarla. 

    A veces, al acostarme, la saco de la mesilla y la miro. Hay días que creo que me dicen que nunca volverás. Pero otras, como hoy, miro esas manchas y después a ti mientras duermes a mi lado y creo que quieren decirme que solo tengo que poner algo de mi parte.

  3. Dejé de llorarte como medida indiscutible de prevención sanitaria. Se me estaban pudriendo las pupilas y los lacrimales desprendían un olor nauseabundo que me impedía la vida social y el añorado descanso. Probé todo tipo de remedios caseros y ancestrales para no llorarte más.
    Lo conseguí tras meses de acupuntura y asimilación de realidades. Ahora tengo que conseguir que no se me inunden los lugares, las paredes, la colcha de la cama…., porque estás por todas partes.

  4. INUNDACIÓN

    Llovió tanto aquella estación que mis lágrimas fueron las gotas que colmaron los pantanos. Se desbordó la primavera y arrasó los corazones. Más tarde, floreció de nuevo la esperanza.

  5. Emerger

    Nunca me tuviste en cuenta. Lo intenté sin resultado. Me ahogué en las penas amargada por tu indiferencia. Frustradas las ilusiones detrás de mis quimeras, acabé cansada de no ser nadie. Hundida en la nada.
    Hoy emerjo.
    Después no vengas a darme jabón, en la espuma del agua que turbia dejaste. No se me olvida quien a mi lado estuvo. Naufragué contigo.
    Pensándolo bien, desahogarse tiene sus ventajas y puede ser muy bello cuando afuera, brilla el sol en primavera.

  6. Magdalena

    Fue así. Tras la tempestad llegó la calma, y con ella emergió su rostro de la oscuridad. Alguien le preguntó, pero ella se negó a declarar. No hizo falta. La autopsia de la habitación y sus lágrimas radiantes ante el cadáver acuchillado certificaron que se había liberado de su cruz.

  7. DESHIDRATADA
    Es abril, y ya conoces el refrán “en abril, aguas mil”; yo he transformado en abril todos los meses del año.
    Y hoy lloro, ayer lloré y sin ninguna duda lloraré mañana también. Pero es que yo soy abril, y lloro cuando pienso que me vas a dar un beso, cuando creo que me traerás una flor, cuando en mi pensamiento escucho tu voz diciendo que me quieres; cuando pasas por mi lado besando a esa pazguata, cuando le das la flor de tu ojal a la chica de la oficina, cuando tienes una palabra bonita para la camarera del bar…
    Quisiera ser –por un tiempo- agosto, pero en su defecto, me conformo con saber que, cuando quieras saciar tu sed, yo estaré ahí esperando dispuesta a entregarte toda mi esencia.

  8. Paisaje

    Sus ancestros le habían enseñado todo acerca de lo que sucedería con su alma desencarnada. La tradición oral de su pueblo era muy rica al respecto. Algún día, la brisa que soplaba sería su aliento, y haría mecer las aguas. El paisaje se le mimetizaría. Ella se convertiría en el árbol, en el agua y en todo.
    Y el día llegó, y la anciana ofrendó su alma al universo. La esencia etérea de su ser impregnó el aire, dibujando su rostro en el cielo; pero su rostro no lucía decrépito como recién, sino joven, renovado, símil a las flores que brotaban del árbol junto al río.

  9. Intuiciones.

    Sabía que lo harías, que terminarías así, inundándote en tus propias lágrimas fruto del desengaño y la confianza ciega que depositaste en aquellos que fingieron abrirte, ante tus ya cansados ojos, un universo de esperanza siendo en realidad agujeros negros, falsos y efímeros como cada una de sus palabras. Pero también advierto, que aún sumergida en la oscuridad de la mentira, amanece en ti una fuerte renovación como tímidos brotes de la flor del almendro que magnificas para poder sobrellevar la traición que como una losa cayó sobre tu espalda.

  10. Reblogueó esto en La luna de Amhakiiry comentado:
    Aquí os dejo mi relato para esta imagen en el Viernes Creativo de El Bic Naranja.
    Intuiciones.
    Sabía que lo harías, que terminarías así, inundándote en tus propias lágrimas fruto del desengaño y la confianza ciega que depositaste en aquellos que fingieron abrirte, ante tus ya cansados ojos, un universo de esperanza siendo en realidad agujeros negros, falsos y efímeros como cada una de sus palabras. Pero también advierto, que aún sumergida en la oscuridad de la mentira, amanece en ti una fuerte renovación como tímidos brotes de la flor del almendro que magnificas para poder sobrellevar la traición que como una losa cayó sobre tu espalda.

  11. ENIGMA EN LA LLUVIA DE PRIMAVERA

    Nada en la vida debe ser temido; solo debe ser entendido.
    Madame Marie Curie

    13:07 a.m. jueves

    Lucía acababa de bajar de la segunda planta del Hospital después de conversar con la Doctora. Había olvidado por completo a Sergio, ensimismada en las últimas palabras de ella: «¡hay un 50% de probabilidades¡» cuando sonó el teléfono.

    – ¿Siii?, Diga…

    – Lucía¡

    – Dime, dime ¿qué te dijeron?

    – Metástasis en el pulmón ** ¿mi amigo? ¿mi compañero de trabajo? ¡¡pero que dice¡**

    -¿Estás de broma? , ¡no tiene gracia¡ lo dije con mucha furia.

    – No, no , no, te lo digo de verdad, tenía yo razón, el otro cáncer se curó, pero…
    Me quedan máximo 4 años o tal vez sólo dos…¿Lucía?, no, por favor, Tú no llores, tú no, que entonces lo haré yo… ahí no podré aguantar.

    – No, Sergio no lloro , y recordó la debilidad de él y su diabetes ¿por qué le pudo venir eso a la mente?.

    – ¿Sabes que?, en cuanto podamos nos vemos y nos tomamos una milhojas enorme, la mayor que encontremos. ( le pareció oír una risa casi silenciosa).

    – Este próximo lunes comienzo con la quimio , ¿que opinas, lo digo en el trabajo?, ¿me despedirán? …
    Y de pronto en un susurro: ¡¡Lucía mi hija¡¡

    Lucía atropelladamente comenzó a decir y decir cosas para no contestar a ese grito vamos por puntos: no digas nada a nadie del trabajo hay tiempo. Te coges la baja. Necesitas asesoramiento, pensemos, recuerda como la otra vez el seguro de las tarjetas de crédito, te darán el 100% de incapacidad. No te preocupes por el dinero… cobrarás incluso más, si cabe.

    Sergio sin darse cuenta iba entrando en trámites, gestiones…su mente se movía por la parte práctica y mercantil, ella seguía con su estrategia. Habla con tu amigo Pablo, te puede ayudar en esto y así siguió…hasta que él la detuvo.

    -Bien creo que lo memoricé, pero si me olvido de algo ¿no te importa que te llame de nuevo, aunque estés ahí?. Sabes, estoy nervioso, por cierto, ¿que sabes de tu marido?

    – No sé nada aún, pero le encuentro muy bien hoy.

    Lucía lleva unos días noqueada y sólo distingue un peso, un enorme peso que consigue paliar en el agua con esas lagrimas dóciles que se unen a la lluvia de la primavera, esa estación colorida y frondosa le hará entender que el Sol siempre vuelve a brillar.

    Así, con el entendimiento descubriré el enigma, esperando tener la fortaleza…NUNCA ES DEMASIADO TARDE¡¡

    Autora
    tRamos

  12. «Como yo te amo», susurro y me repito una y otra vez. Dejo que la lluvia de primavera me acaricie y lave mi odio hacia la otra como lava las flores del cerezo japonés que plantamos, juntos, al lado de nuestro estanque favorito. «Con la fuerza de los mares, yo», entrecorto las frases, ahogadas en mis hipos y mis lágrimas. Aprieto los ojos. Hundo aún más tu cuerpo, aprieto tu masculino cuello y tu resistencia desaparece. «Nadie te amará». Y dejo que el agua pura de la flor del cerezo lama mis heridas, cierre mis lamentos y me ayude en este mi último trance. Inspiro el aroma de la tierra húmeda y me hundo cuando te hundes, atada a ti, para siempre. «Como el tiempo y la distancia, yo».

  13. Un nuevo ciclo
    Primero llegó el tsunami, anegando con su poder todo signo de vida. Después vino la lluvia encubriendo la destrucción. Durante un tiempo solo el tintineo de las gotas que caían del cielo probaba que no era el final. Poco a poco en aquel océano inmenso surgieron las cabezas diminutas. La primera fue una niña, después un niño y con una cadencia imparable muchos más. Por ultimo emergió el almendro, con movimientos suaves fue alzando a todos los pequeños para arroparlos con sus ramas llenas de flor. Cuando todos fueron salvados Gaia dejó de llorar y se tendió al sol contenta con su labor. Comenzaba un nuevo ciclo.

  14. Radiación UV

    Medio refugiada tras sus propias gafas no cesaba de responder: “Es la alergia” o “Solo es alergia” o “La puñetera alergia”. Cuando le preguntó una mirada procedente de más allá de los cerezos, las lágrimas se hicieron palabras y la palabra gesto.

  15. LEYENDA URBANA
    Los viejos del pueblo sonríen, cuando oyen las historias que cuentan los muchachos que no se aventuran, por los caminos que bordean el lago. Cuentan que, en alguna época del año, han visto la enorme cabeza de una criatura que emerge de las aguas, con su cabellera de algas verdes y escurriendo grandes lágrimas, producidas por un llanto, que convierte en árbol a todo el que lo escucha. Los mayores, con un poco de morbo, refuerzan la historia con otros detalles tenebrosos, infundiéndoles más miedo: quieren alejar a sus hijos del peligro. Desde siempre han sabido que, en los tiempos de sequía, cuando el embalse baja su nivel, se puede ver la cabeza de la estatua que adornaba la plaza del antiguo pueblo, el quel fue inundado cuando construyeron la represa.

  16. Última

    Primero un brillo acuoso y cristalino tiembla en tus ojos. Un parpadeo sutil y un hondo suspiro hacen que se deslice sinuosa la última lágrima qué derramaran. Llega a tus labios y con un rápido movimiento de lengua, la atrapas y sonríes. No, niegas con la cabeza, no voy a despilfarrar, dices. Y volviéndome la espalada te vas.

  17. (Aprovechando un momento de insomnio del sábado noche…)

    ALUMBRAMIENTO
    El líquido amniótico amortiguará el golpe seco del invierno hasta que los cerezos del jardín sin dueño entretejan sus ramas de tiernas flores. Sólo entonces será tiempo de romper barreras, de liberar vida. La mía vida.

    Besos

  18. DOLOROSA. Con el agua al cuello, con el sufrimiento alineado como las cuentas de un collar alrededor alrededor de tu cuello y tu desesperas pero aguantas ¿hasta cuando ¿y te agotas son las piedras del dolor las que te arrastran al fondo. Melancolía de lluvia,derrimidas lágrimas,anudados camposantos, y te rindes.Solo la belleza de la flor de loto aflora simbólicamente vigorosa y esbelta por encima de tu pelaje ,eterea Dolorosa no te dejes vencer ni perder espera en el devenir del mañana la mejor manera de aprender a nadar con tus lágrimas escondidas,suerte Dolorosa.

    C

    C

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