Viernes creativo: escribe una historia

Maravillosa la fotografía que hizo Nir Arieli para la compañía de danza Bat-Sheva. ¿Qué te sugiere?

 

 

Bat-Sheva dance company

 

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49 pensamientos en “Viernes creativo: escribe una historia

  1. Desvanescencias

    Ninguno de los dos se daba cuenta, podían tener una sensación, un hormigueo en la planta de los pies, un ligero aire que les soplaba en los oídos, un picor creciente en la espalda, ahí, no, más arriba, un poquito más a la derecha. Sentían eso y muchas otras cosas que si os contara sería como violar su intimidad. Pero no veían nada, cuando se abrazaban cerraban los ojos y el mundo se desvanecía.

    • Quién no ha sentido esa sensación de que todo se desvanece a su alrededor, alguna vez en la vida. Pero el ritmo del relato es tan bueno, está tan bien puntuado, que llegan a sentirse ese hormigueo, ese ligero soplo o ese picor creciente, como propios.
      Felicidades Ana y felices vacaciones.

  2. https://www.facebook.com/piluca.illana.9

    NADA

    Abrazados esperaban su turno. Pronto la Nada se apoderaría de ellos. Los engulliría en un santiamén… unos segundos y sus cuerpos ahora unidos, los separaría trágicamente. Siempre había sido así, la Nada no perdonaba, podían acariciarse, besarse, bailar la danza del amor juntos, pegados, pero solo un instante en el infinito…

    Una vida, no era nada en la eternidad de los tiempos y ellos lo sabían, por eso se aferraban hasta apurar y beberse sus últimos suspiros. Lo hacían apasionadamente, sin prisas, saboreando despacio el poco tiempo que tenían.

    Eran los siguientes y su equilibrio no tardaría en perderse en la obscuridad de esa Nada Autoritaria, dueña del mundo y de ellos. Mientras tanto en esas décimas de segundo arañadas al interminable finito, anhelaban que después de ese oscuro y vacío desenlace volvieran a encontrarse alguna vez en un lejano y esperanzador más allá de lo que hasta ahora ellos habían conocido.

    M. Pilar Illana Herraiz

    https://www.facebook.com/pages/Historias-de-Piluca/282407051908673?ref=hl

  3. Aquel ritual se repetía noche tras noche, función tras función, ella esperaba ansiosa el momento de la coreografía en que debían permanecer abrazados unos segundos, segundos que en su mente se convertían en horas. Hundía la nariz en su cuello, sentía su piel, sus hermosos músculos, su olor le hacía viajar a lugares infinitos, hasta que el compás de la música cambiaba y el se alejaba para marcar el siguiente paso. Y ella cambiaba de dirección mientras suspiraba por el abrazo del día siguiente. ¿Como podía no darse cuenta? ¿Que los segundos que ese abrazo duraba, ella levitaba? ¿Tendría valor para hablarle de sus sentimientos algún día? Eso pensaba, mientras el se alejaba de la mano con su mujer, cruel destino este que nos enamora de personas que no podemos tener…

  4. PARTIDA INESPERADA
    La batalla se presumía feroz, la lucha cuerpo a cuerpo seguro sangrienta. En medio del inminente caos se encontraron dos miradas. Ausentes, ajenas al desastre que el guión exigía, peón negro y reina blanca se aproximaron enamoradas. Su unión provocó que el resto de trebejos sucumbiera a la fuerza del amor. La partida, finalmente, quedó en tablas.

  5. SOBREVIVO
    [ME YERGO]

    Y es que no hace falta demasiado.
    Me alcanza [y sobra] con un abrazo
    donde anclar [o encallar] mi calma
    lejos de la vorágine corrosiva.

    • Un poema con mucho sentimiento en juego, donde llegar a puerto y descansar es todo un propósito a alcanzar. Me has recordado a un naufrago que va en busca de su amor y a buen seguro conseguirá hallarlo.

      ¡Extraordinario!

      Besos, Caro.

      • Siempre tengo que poner los sentimientos en juego, Nico, porque si no, no se siente, valga la redundancia. Y muchas veces te gustan y los sentís, así que voy por buen camino 😉
        Como yo también me hago recordar a ese náufrago, te agradezco por el buen pronóstico jajajaja. Mil gracias, Nico, por estar siempre. Un abrazo y un beso enormes.

      • Es increíble que con un abrazo baste, Juancho, es cierto. Me alegra mucho que te guste, y que me lo digas. Te mando un fuerte abrazo.

  6. Aledaños
    Desde que comprendimos que nos separaba un abismo, permanecemos siempre muy juntos, por temor. Cuando escribo un poema, tú elogias su ritmo, ensalzas su originalidad y pones por las nubes la profundidad del mensaje. Pero yo sé que lo que te gusta de verdad es la prosa, que cuando lees prefieres encontrar una introducción, un nudo y un desenlace, que los puntos y las comas estén en su sitio, la consonancia por encima de la asonancia. Si me retratas, admiro la minuciosidad de tu técnica, la suavidad de los trazos, y presumo de lo guapa que he quedado, del parecido. Pero tú piensas, no sin razón, que preferiría encontrar alguna asimetría, pinceladas enérgicas, un guiño cubista o un canto al surrealismo que delate mi carácter. Sin embargo continuamos abrazados cada vez más fuerte, porque si nos soltamos, no sabemos en brazos de quién podríamos caer.

  7. El abrazo

    Sí, recuerdo esta fotografía —¿con Valery dice que se llamaba?—como si se hubiese tomado hace unos minutos. Podría recrear los momentos previos, precisar dónde tuvo lugar, por qué nos abrazamos e, incluso, relatarle mi vida hasta llegar a ese instante con todo lujo de detalles, incluidos los más nimios. Pero desde entonces, calculo que un par de años ya, sinceramente, soy incapaz de ayudarle, pues mi cerebro no registra experiencias más allá de las necesarias para vivir. Por eso, ahora mismo, no me atrevo a rebatirle ninguno de los actos que usted me atribuye, por descabellados que me parezcan. En mi defensa le diré que no conocía de nada a esa mujer, ni a los otros individuos que me ha mostrado, que odio la violencia y que me considero un tipo normal, amante de la vida. Así que usted me dirá, ¿qué puedo hacer para que me crea? Pero antes de contestarme o no, por favor, necesito un abrazo, ¿me permite?

    • Jajajajaja, muy bueno, Nico. Un abrazo mortal de los literales. Uno desconoce por completo, descubro ahora, la dosis de misterio y perdición que se puede cobijar en un par de brazos tan inofensivos y reparadores. Igual me sigo arriesgando. Un beso, Nico.

      • ¡Muchas gracias, Caro! Efectivamente diste en el clavo del microrrelato. Y es que a veces las mayores atrocidades se visten previamente de ternura. Un abrazo de los buenos y un beso, Caro.

  8. Dominique Vernay

    Modas Amor
    Manuela era la empleada más antigua de la tienda, la encargada de levantar y bajar la pesada cortina de hierro tras la que los maniquíes observaban su ir y venir de casa al trabajo. Nadie se fijó en ella cuando le dio por hablar con los maniquíes, ni cuando empezaron a faltar piezas de uno de los recién adquiridos: el E 234 de fibra de vidrio, de fácil montaje, con tono de piel moreno, bonita pose, base de cristal y doble agarre.

  9. Amar_ra(dos)
    Mientras caen – ellos, los otros – / Todo cae: / La piel, la vertical en diagonal /La carne, el músculo, el cabello // Y confían – ellos, los otros – / En el sostén: / la mano firme, / la superficie pulida, / el gesto amigo // Firmes / Centrales / Náufragos / Nos aferramos – vos, yo – / fundiendo la piel diversa; / La paz / en mi tiempo / detenido.

    Amar_ra(dos)

  10. 2 x 4 = 2

    Nuestro baile inundaba mi alma de una energía difícil de expresar con palabras. Cada vez que te abrazaba, la gente de alrededor dejaba de existir.
    Recuerdo la oportunidad en que bailamos un tango, y en torno al círculo de fuego que dibujábamos en el piso, las otras personas parecían ir cayendo en cascada, cual efecto dominó, ajenas a nosotros dos.

  11. Desplegar alas

    Me encontraste encerrada en mi mundo hermético y circular, estático a las emociones. Al primer roce, abriste una grieta que cosí con puntos de sutura, y te miré desafiante. Al segundo, me hiciste rodar hacia el precipicio, y me cubrí de algodones para amortiguar el golpe. Cerré los ojos, y me preparé para el impacto.
    El empujón final no llegó. Solo vino un soplo de aire que me levantó el flequillo y ablandó mi envoltura. Después, las palabras penetraron, atravesando un universo ya debilitado. Los susurros me alcanzaron y, una tras otra, se fueron despegando las distintas capas de mi piel: jirones de mis miedos que sostenías en tus manos.
    Cuando ya no quedaron barreras, me miraste por primera vez. Bastó tu abrazo silencioso para que dejara de importarme caminar junto al filo. Entonces me tomaste de la mano, y lo supe. Estaba lista para saltar.

  12. CAZADOR DE SUEÑOS
    Vuelve de nuevo el sueño. El mismo que cada noche me visita: Tú, pálida luz de luna, sirena de la noche, frágil y sensual, entregada, amante; trofeo y perla que consigo sin apenas resistencia.
    Tú, poseedora del tiempo, lo paras y anulas todo el movimiento que nos rodea, para así entregarte a mí. Yo extasiado por tu magia, sucumbo a los placeres que me ofreces, aunque sé que eres un sueño…
    … que mañana volverá, porque estás atrapada en los hilos de mi atrapasueños

  13. El punto de equilibrio

    Pablo y Susana, Pablo y Susana, Pablo y Susana. Siempre Pablo y Susana. Son la pareja ideal, los que nunca discuten, los que no caen nunca. Sólo tienes que verlos, su forma de abrazarse. Se aman tanto y tan bien, que nada podría destruirlos.

    En cada discusión, me sacas a la parejita. Ante un ataque de celos de los míos, en todas las fechas de aniversario, siempre que se me olvida decirte algo, en las visitas pares a los suegros.

    Mira la foto de otra forma. El suelo que pisamos gira. Las parejas ruedan a gran velocidad, cayendo, ayudándose, rompiéndose, sacudidas por la fuerza centrífuga de la vida. Y existe una, sólo una, que apenas se mueve, que ocupa el único punto donde no se necesita realizar ningún esfuerzo para mantenerse, inmóvil en su simple anclaje, sabedora de que cualquier pequeño movimiento separaría sus piezas para siempre, olvidando que las pieles que la unen ya no se sienten, no se recuerdan, no se desean.

    Analiza la imagen y dime si prefieres el equilibrio de ese abrazo o la inevitable angustia que se produce cuando estás cayendo de espaldas y todavía no sientes el tacto de las manos que te van a recoger.

  14. Una forma de inmortalidad

    La devastación tumbó a todos los seres que se encontraron en la excavación, solo una pareja se mantuvo en pie. La mezcla de lava y ceniza la ha preservado incólume y abrazados para toda la eternidad. Mi esposa, romántica empedernida, dice que es un abrazo de amor verdadero; que no tenemos derecho a separarlos solo para estudiarlos. Mis compañeros arqueólogos y yo nos reíamos de ella, pero desde que el volcán, inactivo durante cientos de años, ha empezado a expulsar humo, nuestra actitud ha cambiado. Cualquier ligero temblor de tierra nos empuja a abrazarnos.

  15. El momento q dejo de existir el tiempo para permanecer en el abismo todo alrededor se hizo nada desaparecia lentamente y solo existimos tu y yo ….el abrazo q permaneceria en la eternidad esta era nuestra última escena y jamas volveriamos a ese lugar pero sabíamos q esa sensación nos acompañarian atravez del viento y en cada respirar porque siempre soñariamos con loque pudo haber sido y no fue……

  16. Es la primera vez que un viernes creativo me trae a la memoria algo ya escrito… pero por otro: un poema de un poeta andaluz cantado por Jarcha en un disco de los 70. No recuerdo más que las palabras, no los versos ni la estructura ni nada.

    «Dos cuchillos
    son mi pecho.
    Uno blanco
    y otro negro.
    Ayúdame.
    Que el blanco
    se está
    muriendo».

    No recuerdo el autor. Sólo el título del disco: «Poetas andaluces de ahora». Si tenéis curiosidad… Felices vacaciones.

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