Hola amigos,
Cuando llegas a una edad te empiezan a salir «cositas», empiezas a pasar por «boxes»y te das cuenta de que no eres invencible ni inmortal. A mí siempre me ha pasado, he pensado que era inmortal y con esa creencia he hecho bastantes estupideces y muchas más locuras.
Pero, de pronto, aterrizas, sobre todo la primera vez que te llaman «señora»…¿perdona?…¿señora?. Recuerdo una vez que se me acercó un chico jovencito para preguntarme una dirección y saqué mi movil. En ese momento, para mí y según mi criterio mental, teníamos la misma edad…hasta que, al ver mi torpeza al intentar manejar google maps me dijo: «me recuerda a mi madre, señora»…
Y desde ese día, ha ido todo en caída libre: la punta de la nariz, las tetas, las mejillas…los biceps, el culo…¡Para qué seguir! y además, me ha dicho el médico que debo reducir el consumo de sal «que a mi edad, la hipertensión comienza a ser preocupante», a mí la hipertensión ¡meh! a mí lo que me preocupa es la expresión «a mi edad»…cuando te dicen eso…es que estás acabado.
Pues nada, aquí os traigo el cloruro de sodio de las narices. A ver qué hacemos con él.
Un abrazo,
Ele