Hoy os propongo utilizar una de las herramientas que explica Manu Espada en su libro «Las herramientas del microrrelato».
Se trata de hacer una mezcla con la hormigonera. Para ello tenéis que buscar una serie de acontecimientos, objetos, personajes, etc, que tengan algo en común y hacer una lista.
Paso 1 (el cemento): Elaboración de una lista (en el ejemplo, una lista de magnicidios) que es la materia prima de vuestro microrrelato.
Paso 2 (arena): Añadir la arena para lograr una buena mezcla, es decir, el hilo conductor con el que vamos a unir todos los elementos de la lista (en el ejemplo, la bala).
Paso 3 (agua): Se añade agua y se remueve la mezcla, o se combinan los elementos para darle consistencia y coherencia, de manera que haya una historia que no quede forzada.
¡Mucha suerte!
AGUJERO DE GUSANO (LA BALA)
La bala sale del cuerpo de JFK el 22 de noviembre de 1963, golpea contra la carretera de Dallas por la que circulaba su limusina Lincoln Continental y, con las matanzas de Vietnam de fondo, sale disparada hacia 1914, donde penetra en el uniforme del archiduque Francisco Fernando, provocando la Primera Guerra Mundial. El proyectil rebota en un edificio de Sarajevo y se dirige hacia el 17 de julio de 1918 para agujerear la cabeza del zar Nicolás II, desencadenando los episodios más sangrientos de la revolución rusa. Al golpear contra el paredón del sótano, el plomo gira hacia el Viernes Santo del 14 de abril de 1865 y perfora la cabeza de Abraham Lincoln, incitando la venganza yanqui en tierras confederadas. Al rebotar contra una esquina del teatro Ford de Washington, va hasta el 11 de septiembre de 1973, y Salvador Allende cae fulminado en La Casa de la Moneda de Santiago de Chile, dando inicio a las matanzas de militantes de izquierda. Cuando la bala cruza el Atlántico a velocidad de crucero acaba en el 4 de noviembre de 1995, causando la muerte de Isaac Rabín y poniendo fin al proceso de paz en Palestina. La bala rebota contra el muro de las lamentaciones y viaja hasta las 17:17 horas del 30 de enero de 1948, acabando con la vida de Mahatma Gandhi en Nueva Delhi. Una vez asesinado el líder de la no violencia, la bala mágica retorna a la mano de un siniestro desconocido con sombrero y gabardina burdeos y la introduce en el rifle modelo Mannlicher-Carcano calibre 6.5 mm. de Lee Harvey Oswald, que, apostado en lo alto de un edificio de Dallas, está a punto de provocar una hecatombe mundial en cadena.
Escribe fino 
A LA HORA DE LA SIESTA
Subió al desván de la casa de sus abuelos y abrió el baúl escondido en el rincón. Las cosas comenzaron a volar: una varita plateada, un trozo de bizcocho, el huso de una rueca, una habichuela, las alas de una mariposa…
Y al fin lo entendió todo, aquellos eran los juguetes de su abuelo Merlín.
AQUEL EXTRAÑO LUGAR
María estaba confusa. En su cabeza revoloteaban palabras tan raras como «tejuelo», «desiderata», «signatura»…, nunca antes escuchadas por sus tiernos oídos. No se sentía cómoda en un lugar donde los carros no llevaban comida y donde había unas «camisas» que no se podían vestir. Una señora sonriente les hablaba del «lomo» y a María se le hacía la boca agua pensando en el rico embutido. La mujer continuó con su discurso centrándose en los «préstamos» y «reservas» y confundiendo aún más a la pequeña.
Cuando salieron de la biblioteca, la niña se sintió orgullosa de su madre, pues esta había entendido absolutamente todo.
COLECCIONABLES
Berto se acerca al quiosco de periódicos y observa hechizado la multitud de fascículos que se muestran en los estantes plegables. Hay colecciones de pipas, de casas de muñecas, de coches en miniatura, de gafas, de tazas de desayuno y hasta de corbatas. Finalmente se decanta por el primer fascículo de “Aviones de guerra” (Por 4,99 euros incluye el fascículo 2 y la “Breve historia de la aviación”) Saca de su mochila unas herramientas, abre la bolsa, la manipula y al rato tiene perfectamente lista una fabulosa avioneta tachonada de camuflajes y pinturas de guerra. Se sube al artefacto, lo arranca y despega, perdiéndose entre las nubes que cubren la ciudad. Un par de minutos después, el morro del aeroplano asoma entre la niebla, sobrevuela con destreza el quiosco y, tras un par de pasadas, lanza una mortífera ráfaga de ametralladora.
Mientras el quiosquero trata de ponerse a cubierto, el ejército de la colección “Soldaditos de plomo” se agita inquieto dentro de sus bolsitas.
Pasatiempos
«C»uando trabaja en la ferretería, me comun»I»co co»N» ella a través de los «C»r»U»cigramas. «E»s fácil e»N»viárselos por cualquiera; solo «T»engo que m»A»rcar las letras que me intere»S»a resaltar, repasánd»O»las una y otra vez: «M»añana a las cinco en el bar de a»B»ajo. Ella me «R»esponde en los autodefinidos: en c»A»sa que estoy «S»ola. En la sopa «D»e letras le pido qu»E» se ponga el li»G»uero neg»R»o y las m»E»dias de encaje «Y» ella me pide en los cruza palabras que recuerde traer el nuevo látigo que encargué.
LOS CAPETOS
En el año 987, los carolingios, despóticos, fatuos y brutales, pierden el trono de Francia; Hugo Capeto, juicioso y tranquilo, es coronado rey. Roberto II somete a los nobles que pretendían limitar el poder del monarca y restablece el despotismo. Felipe II empobrece a los campesinos. Felipe VI inicia una guerra que dura cien años. Los ejércitos de Luis XII saquean media Francia. Carlos IX ordena asesinar a cien mil súbditos. Durante el reinado de Luis XIII, los franceses se mueren de hambre. Luis XIV necesita más y más dinero para mantener la guerra en Flandes, Alemania, Italia y España; sus recaudadores recorren el país. Luis XV vuelve a subir los impuestos. En el año 1793, los franceses, cansados de reyes despóticos, fatuos y brutales, cortan la cabeza de Luis Capeto.
Mi aportación para el “VIERNES CREATIVO”
Por el andén de la vida
Don Pasado regresaba de un congreso de ingenieros, se encontró con Futuro en el Ave, el cual se sentó en la butaca contigua tras un buenos días de cortesía entre desconocidos escalonados en diferentes rangos de edad.
Don Pasado sacó de su cartera de cuero un libro de Rosa Montero y se puso a leer en la página 125. De vez en cuando curioseaba a ver en que ocupaba el tiempo su compañero de viaje. Don Pasado exclamó en sus pensamientos: “¡Qué viejo soy!”. Al ver que Futuro leía un libro digital y en inglés.
A Futuro le sonó el smartphone, por la conversación que llevaba, don Pasado dedujo que debía tratarse de su novia universitaria, la cual le recriminaba que la noche del sábado había coqueteado con una de sus amigas que llevaba una epicúrea minifalda. La disputa fue in crescendo hasta que Futuro, visiblemente acalorado, cortó la conversación y la llamada con un osco: “¡que te den!”. Futuro sin inmutarse siguió leyendo en su libro digital. Para sorpresa de don Pasado, con el rabillo del ojo pudo ojear que leía historias del pasado por muy libro digital que fuese y aunque estuviesen en inglés.
j. mariano seral
TODO ACABA DONDE EMPEZÓ
Tras aquella apasionada noche de amor, me desconcertó que no quisiera desayunar en la cama.
Allí, en la mesa, frente a frente, yo no podía dejar de mirarla. Mi mente era una cafetera exprés. El modo cómo acariciaba la tostada con la mantequilla, arriba, abajo. Cómo exprimía la naranja, apretándola entre sus manos, sacando todo de ella. La manera de mojar el bizcocho en la taza y así, goteando, introducirlo en su boca, al tiempo que cerraba sus ojos. Yo no podía probar bocado, pero cada vez, tenía más hambre, más apetito… Cuando al fin bebió el último sorbo de café y aquella gota comenzó a deslizarse lentamente por su cuello camino de sus senos, no lo pude resistir más y le dije:
—Si has acabado, ¡vamos a la cama!