Viernes creativo: escribe una historia

 

Os presento a la Señorita Eme. No sé por qué ha salido de casa con tanta prisa. ¿Lo sabes tú?

He salido por la ventana

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16 pensamientos en “Viernes creativo: escribe una historia

  1. El chico del doce izquierda

    Era él, estoy segura, el chico del doce izquierda, el que me mira las piernas en el ascensor de reojo y se pone colorado cuando me dice hola. Debí hacerle más caso el otro día, cuando pasó a por un poco de leche para el té. Si me hubiera pedido una cerveza, o un vaso de vino para el guiso, pero leche, con mi intolerancia a la lactosa… Esta tarde ya lo noté raro en el ascensor. Ni siquiera saludó al cuello de su camisa; nuestros ojos se cruzaron en el espejo del ascensor, pero su mirada atravesaba mi reflejo, no me veía. Y esa misma mirada perdida encontré en el rostro que se precipitó delante de mi ventana. Salté de la cama y traté de cogerle por los pies, pero no llegué a tiempo. Ahora es imposible reconocerlo, pero era él estoy segura.

  2. PATÉTICO

    Lo impactante de ésta imagen no es que esta señora, o señorita, haya decidido suicidarse, que cada uno resuelve sus problemas como mejor considera. Lo verdaderamente inaudito es esa especie de braga/calzoncillo/bañador que lleva puesto ¿De verdad no tenía algo más elegante para lanzarse por la ventana? Yo no digo que haya que vestirse de frac para suicidarse, pero no es de recibo lanzarse al vacío con unos gayumbos de mercadillo. Estoy seguro de que si ella hubiese podido ver esta foto, se lo habría pensado dos veces. El suicidio es un asunto muy serio que merece un mínimo de ritual y elegancia, qué sé yo, unos una falda sin lamparones, unos zapatos limpios, una camisa mínimamente planchada, una chaqueta entallada y una corbata con nudo windsord, esa clase de detalles. Es cierto que los mercadillos han puesto la moda al alcance de las clases menos pudientes, pero resultan un atentado contra el buen gusto. Para suicidarse de esa guisa, casi mejor pegarte un tiro directamente en el Punto Limpio de tu ciudad.

  3. MELODY
    A todo el que llega al pueblo y pregunta por la vieja casona en la colina, le cuentan que allí vivió una joven extraña; a quien le gustaba tatuarse en el cuerpo notas del pentagrama y a la que no volvieron a ver, desde el día en que su rostro apareció en las fotografías que pegaron en árboles y paredes, reportando su desaparición.
    Algunos vecinos aseguran que los padres, disgustados con la rebeldía de la chicha, la regañaron cuando vieron una clave de sol estampada en su pantorrilla. La encerraron, como castigo y nunca más la dejaron salir. Otros afirman que no la encontraron porque se transformó en una sinfonía, lo saben porque, al acercarse a la que era su habitación, pueden escuchar la música que se cuela por la ventana.

  4. Mensajes.

    Eme se encontraba aburrida en su habitación navegando por Facebook, cuando de pronto:

    ~Titutitutitutu~
    -Mensaje de WhatsApp. Contestar o cancelar. –

    Rápidamente deslizó su regordete dedo por la pantalla y leyó.

    Hola. ¿Te acuerdas de mi?

    Intrigada por no ver un rostro en la foto de perfil pues en su lugar estaba el escudo de un equipo de fútbol, respondió temerosa.

    ¿quien eres? » enviar

    ~Tuin~
    Jorge, el primo de Ana. Nos conocimos en el parque anteayer. 🙂

    Eme claramente lo recordaba, pues había quedado cautivada de sus ojos color miel y su sonrisa infantil.

    Si creo que me acuerdo de ti » enviar

    Respondió para darse importancia.

    ¿qué deseas? » enviar

    ~Tuin~
    Perdón si te molesto. Le pedí tu teléfono a Ana porque me dejaste impresionado y me gustaría invitarte a salir ;Þ

    Eme sintió que su corazón se le salía del pecho, emocionada contestó.

    Déjame pensarlo tengo muchos compromisos » enviar

    Escribió para darse a desear más.

    ~Tuin~
    Esta bien. Si no quieres, lo entiendo y disculpa si te molesté. 😦

    Eme rápidamente escribe para que no se pierda la comunicación y no perderlo.

    Noquise desid eso, la verda di estoy inrerasada en ti » enviar

    ~Tuin~
    Me da gusto leer eso porque creo estar enamorado de ti 😮

    Eme se alegró explosivamente y aventó accidentalmente su teléfono por la ventana, saltó tras él y gritó:
    — ¡Amor, no te perdereeeeeee!

  5. CAFÉ AMADA

    Eme ha desayunado en el bar que está justo debajo de su apartamento. Amada, la dueña, bastante cotilla, ha querido sonsacarle si tiene un nuevo novio haciéndole preguntas que sonaban a «eres un poco puta, muchacha, ¿no?». Al volver a su apartamento, Eme solo ha tenido que coger un rotulador permanente para, desde la ventana de su cuarto, transformar el rótulo de «CAFÉ AMADA» en otro que reza «Un CAFÉ y una MAMADA». Solo por ver qué pasa.

  6. Defenestrada

    Saltó por la ventana.
    ¿El miedo
    o la vergüenza
    de perderte?

    Voló a través del cristal.
    ¿La preocupación
    o la desesperación
    de no soñarte?

    Ahora solo queda
    una figura que empaña
    el vidrio por las noches.
    Que absorbe los rayos del sol
    y los escupe sobre mí,
    sin dejarme escapar.

  7. Propiedad conmutativa

    A Mariví los viernes se le pasaban volando. Hasta que decidió hacerlo ella, dejó el viernes en casa y se fue por la ventana.
    A los viernes, Mariví se les pasa volando.

  8. ¡Ha llegado!
    Estaba leyendo un libro en la cama cuando sentí que me movía. Salí disparada por la ventana y volé por las calles. Me habría sorprendió más lo que me estaba sucediendo si no hubiera visto a otras chicas (y a algunos chicos) sobrevolando la ciudad.
    –¿Dónde vamos? –le pregunté a una.
    Me miró con cara de sorpresa.
    –¡Ha llegado! ¡Está aquí!
    –Pero ¿quién?
    Me dijo el nombre de un actorzuelo que actuaba en la serie de televisión del momento. Sí, lo confieso, me gustaba más de lo que estaría dispuesta a reconocer.

  9. Estupidez

    No, no estoy cometiendo la estupidez de mi vida. He salido a tender y se me han caído unas bragas. Así, sin glamour ninguno. Las bragas que me compré para nuestra primera cita. Las bragas que arrancaste, bajo todo pronóstico. Me gustaste lo suficiente como para no acostarme contigo en la primera cita. Pero a mi entrepierna le gustaste aún más y no pude resistirme. Tendría gracia morir por conservar las bragas de nuestra primera vez. Cuando saliste por la puerta no corrí a retenerte, pero por las bragas me tiro por la ventana…

    —Y tú desgraciada, ¡Deja el puñetero teléfono y ayúdame que me caigo!

    —Esta foto triunfará en instagram, la titularé: Compañera de piso intenta volar.

    —¡Qué me ayudes! ¡Colgada!

    —Colgada tú…

  10. La señorita Eme estrenaba paraguas.
    Siempre había escuchado que daba mala suerte abrirlo dentro de casa así que se asomó a la ventana para desplegarlo.
    Una ráfaga de viento coincidió con ella en el mismo instante en que su paraguas se abrió y la precipitó al vacío. La señorita Eme estrenaba paraguas. Estrenaba paraguas…

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