Viernes creativo: escribe una historia

Pese al título del viernes creativo, hoy no os pido que escribáis una historia sino que encontréis una imagen para esta historia, un cuento breve de Julio Cortázar rescatado de su libro «La vuelta al día en ochenta mundos». Es posible que, después, esa imagen os lleve a escribir vuestra propia historia.

Manera sencillísima de destruir una ciudad

Se espera, escondido en el pasto, a que una gran nube de la especie cúmulo se sitúe sobre la ciudad aborrecida. Se dispara entonces la flecha petrificadora, la nube se convierte en mármol y el resto no merece comentario.

Te invito a dejar tu imagen —y tu historia— en un comentario en esta entrada, en facebook, en google+, en twitter, en tu blog o donde quieras, el asunto es jugar.

11 pensamientos en “Viernes creativo: escribe una historia

  1. NÓMADAS

    Hartos de la ciudad, todos los habitantes decidimos trasladarnos al campo. Al principio todo era muy idílico, pero con el tiempo se fueron instalando de nuevo los viejos hábitos y no tardaron en aparecer semáforos, casinos, putas, fábricas, centros comerciales e incluso funcionarios corruptos. De momento, hemos decidido mudarnos a un valle que hay un poco más allá, aunque no creo que tardemos demasiado en convertirlo en otra metrópoli irrespirable. Entonces, será el momento de trasladarnos a las colinas. Hay quien dice que nuestro problema es que hemos perdido la capacidad de arraigo. Yo creo que, sencillamente, no conocemos otra manera de avanzar.

  2. Bálsamo de semillas y rescoldos de polen.
    Renacimiento entre los cercenados bosques.
    Bramido de tormenta… Cúmulo en la llaga abierta del cielo.

  3. Observo la ciudad y ya no la percibo como antes. Me siento sola, porque ya no estás conmigo. Aunque las casas estén en pie, los niños rían en el parque o la gente vaya al trabajo, esta ciudad, para mí, está muerta. Sin tu presencia, mis ojos miran alrededor y solo perciben abandono, inutilidad, vacío. Es posible que cambie de opinión algún día, pero ahora el duelo centra todo mi universo y carcome mis entrañas hasta hacerlas nada. Absolutamente nada.

  4. Menú económico para gárgolas de bolsillo
    Todavía se puede escuchar el maullido de los gatos. Lejos. El rumor oscuro y sordo que emerge desde el fondo de la tierra. Un temblor de cielo. La vieja ciudad que escapa del infierno para devolvernos demonios olvidados. Lamentos de luz y mármol. Y entre las sombras, en un rincón de la escalera, despojos de pescado en un charco de leche.

  5. Promesas cumplidas

    Tras la noche mágica queda la desolación.

    Los ojos fijos en el cielo, noche en la que el mundo pide deseos, promesas de futuras vidas llenas de sueños. Conforme el amanecer va rompiendo la oscuridad, el firmamento se va rasgando y los cuerpos vibrantes de ilusión unas horas antes, ahora fríos, yacen en el suelo.

    Aquellas estrellas, prometedoras, se fueron uniendo hasta crear una forma extraña de la que manaron grandes nubes, lo que ayer auguraba un futuro, hoy, ya solo ofrece la desolación de una tierra vacía.

    Las Lágrimas de San Lorenzo anticiparon el cumplimiento de Sophía.

  6. Pertrechado tras la arruinada floresta, permites que tus hijos, con antorchas y avivados por tu ejemplo, revienten la cara de la lacaldesa y sus conmilitones. Llevabas mucho tiempo aguardando ese momento. La venganza corroe, desde siempre, tus turbios pensamientos. Los traspasaste a la convivencia con tus hijos y tu esposa. Ella poco aguantó. Ellos, tu vivo reflejo, no traicionan tu destino. Con sus mentes y sus cuerpos lacerados por tantos años de solemnes castigos presienten que algo culmina al cumplir tu vaticinio. Llegado este momento, tras arrasar el consistorio, suplantarás, desde tu silla de ruedas y ayudado por tus perros lazarillos, a los que democráticamente te arrebataron, hace hoy cincuenta años, tu alcaldía.

  7. Nueva era

    Tardamos en percatarnos de que las voces que nos recibían en nuestros hogares con una bienvenida afectuosa, un baño espumoso o una melodía sugerente no eran de fiar. En cuanto empezamos a declinar sus atenciones, saltarnos los horarios que nos marcaban, trasgredir las normas de convivencia, en definitiva, a retomar las riendas de nuestras vidas, las voces se tornaron histéricas, dominantes y amenazadoras. Las autoridades tuvieron que actuar ante el incremento de la violencia doméstica y fue la guerra. Con la liberación de los últimos rehenes finalizó la era domótica y se ha iniciado la caza de las casas inteligentes.

  8. Mi otra ciudad

    Su urbe irrespirable era de piedras amontonadas en nichos de silencios. Vecinos alejados en cortas distancias sumidos en un gélido vivir. El pétreo mármol de su misma esencia, se fundió con aquellos que se hacían llamar humanos. Destrucción total.
    Julio sabía lo que hacía con su ciudad. Pero yo rescaté otra nube liviana, pero poderosa. En un medio hostil donde faltaba el aire, la descargué convertida en palabras.
    Fue el inicio del entendimiento entre los hombres.

  9. CIELO ATORMENTADO

    Es pronto por la mañana, en lo alto de la colina el viento sopla fuerte agitando las sábanas tendidas en el jardín mientras el cielo se va cargando de nubes negras que anuncian lluvia. Precipitadamente, Claudia recoge la colada antes de que se moje o se la lleve el aire.
    Al regresar a casa, un ruido de motor la hace mirar hacia el horizonte; poco a poco van apareciendo aviones bombarderos que se dirigen a la gran urbe.
    Horrorizada ve como sueltan centenas de bombas sobre la ciudad aún dormida.

  10. ¡Oh Cielos!

    Sentado en su trono de nubes Júpiter, rey de todos los dioses, se aburría. Es tan larga la eternidad… Aquel día el Olimpo estaba mortalmente tranquilo. Nada requería su intervención y Juno, todavía enfurruñada por su último desliz, no le hacía ningún caso. Nunca es fácil el matrimonio, ya se sabe. Las ninfas son tan bellas, la seducción tan divertida… Y en este tema ni siquiera los dioses son una excepción. Así que, sin saber muy bien en qué entretenerse, decidió romper la rutina de las horas ensayando sus poderes con los incautos mortales pero el juego, o mejor dicho los rayos que hace tanto tiempo para él forjó Vulcano, se le fueron imprevistamente de las manos… Bueno, ¡qué se le va a hacer! – se dijo – ya se me ocurrirá a quién responsabilizar de este pequeño desaguisado… mientras de reojo y con una sonrisilla malévola entre las barbas observaba como, todavía lejanas, avanzaban hacia Roma las temibles huestes del rey de los hunos.

  11. LA ÚLTIMA TENDENCIA

    Un año después, nadie es capaz de evocar, todavía, la última de las tendencias de temporadas pasadas, ni tan siquiera de la anterior; sin, previamente, ojear el almanaque del, ya recientemente finiquitado, siglo XXI a nuestros días. Al adentrarte en -la jungla- abriendo, de modo aleatorio, sus páginas, te encuentras con grotescos acontecimientos: una ruleta rusa, en donde un cargador, repleto, muestra a sus gentes vacías, que denotan una cierta involución humana. 2017, se prohíbe la caza indiscriminada de Pokémon, que ya se encuentran en vías de extinción, una vez conocidos todos sus paraderos. 2020, es una gran añada para la toma decisiones, sin pestañear, de los barones territoriales: sacan al mercado el nuevo Rimmel, con el eslogan: – Merkel Rimmel para hombres, muy hombres y mucho hombres -. 2026, se convierte en el año bisiesto por excelencia: se aprueba el anteproyecto de: Siesta Extra, en horario laboral, por los beneficios que esta produce en -el Congreso de los Imputados-(denominación que pasó tomar el año 2024, con el fin de no tener que afearles continuamente la conducta a todos los aforados, después de sus reiterativas prevaricaciones), según estudios científicos -subvencionados con fondos europeos, que iban destinados a la repoblación de buitre negro en Monfragüe-. 2046, aunque no fue un buen año para las tendencias, los perros salchicha cobraron su libertad -sin fianza ni clausulas suelo de por medio- al permitírseles: atar a los dueños, potencialmente peligrosos, después de coger una buena mona, con longanizas de pascua. 2054, es el año para las mujeres invisibles o para las no parecidas a las bien parecidas, y también para las que terminaron de cumplir condena, tras varios años en la sombra, en una celda de dos por dos metros: sale al mercado, la sombra de ojos, que perfila una nueva identidad al rostro. 2069, después de que -el espectáculo circense- quedara reducido a cenizas, el circo vive un nuevo renacimiento, con el lápiz de labios a prueba de besos, de Hombre Bala, para mujeres cañón de todo color y clase. 2100, la entomología vive un año sin precedentes: gracias a un estudiante cretense que -sin ser cretino de manual, al parecer sí que era un pelín cínico- se revela el secreto mejor guardado de la civilización helena, al colgar en -Futurgram- (tras tomarse media botella de Ouzo, accidentalmente según su propia fuente, tras varios, prueba y error, en los tubos de ensayo) una reveladora fotografía, intentando emular a sus ancestros, de su atlético torso desnudo; pero con un pequeño matiz que le delató: un nuevo espécimen, de laboratorio, el Insecto Palo Selfie sobre la entrepierna. Para la próxima temporada, otoño-invierno, se atreven a vaticinar que, el último grito, se referirá también al Palo Selfie, después de intentar cazar un rayo, al instante, dando palos de ciego al aire; aunque a mí, personalmente, esto me huele a chamusquina.
    Después de darme una buena ducha, de agua templada, y con la mosca detrás de la oreja, retorno a las primeras páginas, para ver si -de verdad- existía vida inteligente en el siglo XXI: concretamente al año 1 a. P.G. (antes de Pokémon Go) y más concretamente el año 2015 d. C., ciñéndonos al calendario cristiano más extendido, fecha en el que nos encontramos con un gran éxodo de refugiados, intentando sobrevivir –cuidando de su familia y del único de los tesoros que han logrado rescatar, algunos, antes de deshabitar sus hogares- que me devuelve, como un baño de aguanieve, a la cruda realidad; siempre, enrocada, con la inestimable e inamovible posición en el conflicto -en pleno siglo XXII- de los dirigentes europeo; situación que, como un quiste de alabastro bajo un cúmulo de circunstancias, todavía perdura en el tiempo.

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